miércoles, 27 de julio de 2011

Personas pequeñas

Me gustaba cuando el silencio decía más que las palabras. No significa que ahora las palabras no digan nada pero les faltan matices en cada renglón. O cuando el séptimo sentido no era necesario porque utilizábamos los demás. Porque no voy a negar que sea mágico poder crear algo único pero a veces te deja con una sensación incompleta. ¿Crees que la única verdad es que todo es muy grande y yo demasiado pequeña?. Te prometo que soy incapaz de obtener una respuesta. Te quiero más que a nada y a penas sé demostrarlo. Quizás hay demasiadas cosas en medio. Y temo que algún día los monstruos te ataquen y yo sea demasiado débil como para saber cómo matarlos. No porque no quiera sino porque no encuentre la forma. Odio esa capacidad que tengo de sentirme incapaz. Probablemente el problema sea que soy el ser más imperfecto del mundo. Un conjunto de acciones desordenadas, miedo e inseguridad. Piezas que no me hacen sentir parte de un conjunto hasta que llegas tú. Entonces recuerdo los momentos a tu lado y parece que la felicidad se hacía presente casi sin llamarla. Ser feliz puede ser fácil de la forma más sencilla. Si nos limitamos a vivir sin pensar en lo que vendrá.

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